martes, mayo 24

Robarle un beso.

Pero no tener la necesidad de llegar pronto a casa para encender el ordenador para ver qué novedades ahí o de coger el móvil...No me refiero a una necesidad material, sino a una necesidad física. A la necesidad de mirarle y no decir nada, de abrazarle como si no le fuese a ver nunca más. La necesidad de llamarle aunque no tenga nada que decir. La necesidad de verle reír, de decir te quiero. La necesidad de que se ría de mi porque casi me caigo; la necesidad de preguntarme qué tal estará después de no verle durante tres días, de preguntarme si se acordara de mi, si me echará de menos. La necesidad de pegarle para que se enfade; la necesidad de darle un beso cuando menos se lo espere y, lo que es mejor, de robarle un beso.
La necesidad de no decir nada porque es obvio !



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